viernes, 24 de junio de 2011

El kirchnerismo a cara lavada

El kirchnerismo a cara lavada

Nacional, Popular, Democrático,
Progresista y Federal


Un artículo de Ignacio González Lowy Publicado por Río Bravo

Anoche, bien de noche como en “aquellas épocas”, el ministro de Trabajo Carlos Tomada decidió “resolver” el reclamo de los docentes santacruceños en Capital Federal mandándoles a la Policía Federal.


Con carros hidrantes, palos, detenidos y algunos heridos, el equipo de trabajo de Carlos Tomada (ministro de Trabajo de la Nación), “respondió” la demanda de los docentes llegados desde Santa Cruz hasta las oficinas donde atiende Dios, y el kirchnerismo también. Traían sus broncas de casi 60 días de conflicto encima: huelga ininterrumpida, piquete, represión parapolicial (vía patota de la UOCRA enviada por el gobierno K de Santa Cruz), toma de edificios públicos, asambleas constantes, fondos de huelga, ollas populares… todo han probado allá por el sur para abrir el cerco que el gobierno de Peralta impuso desde un principio: nunca quiso negociar, dijo 25% de aumento salarial y punto, de acá no me muevo.

Santa Cruz es una provincia en la que, según los medios oficialistas, los trabajadores de la educación mejor cobran en el país. Cuando uno chequea que con su salario apenas si llegan a pagar un alquiler en las costosas (en cuanto a costo de vida) localidades de Caleta Olivia, Las Heras o Pico Truncado, las cosas ya no están tan claras ni son tan simples. Por ello, hace ya meses el sindicato docente santacruceño reclamó, en una provincia rica por los recursos que genera la extracción de petróleo (que en realidad representan las migajas que la gerencia principal de REPSOL –española-, entre otras, le deja a los subgerentes de la compañía –el gobierno provincial y el nacional) un aumento salarial del 50%.

Sabían que era posible y no dudaban de su necesidad. En más: sería aún insuficiente. Pero estaban dispuestos a negociar, si el gobierno aceptaba o los convocaba a ello. Esto nunca sucedió. Peralta, con el aval obvio de la nación (nada importante se hace sin un guiño de la Rosada en la provincia cuna del “pingüinismo”), sólo atinó a buscar formas de disolver el conflicto reprimiéndolo: lo persiguió judicialmente, le mando a las patotas sindicales – empresariales de la UOCRA, lo buscó ilegalizar, les "tomó" el gremio una noche, designó a docentes suplentes – carneros (que igual no pudieron ejercer), amenazó con “echar” a los educadores huelguistas, buscó impedir con la gendarmería que llegara la caravana solidaria nacional (vía organizaciones político sindicales amigas, y CTA Nacional –bajo la conducción de Micheli)…

No están aislados

Nada de lo que los docentes santacruceños han hecho y aguantado en estos más de dos meses lo podrían haber hecho solos. La crónica que publicamos hace unos días es un fiel reflejo del modo en que la solidaridad en muchos casos y en otros al menos la tolerancia, de padres, otros trabajadores, vecinos y alumnos, fue y está siendo clave en este conflicto. El gobierno, obviamente, impulsó y armó sus grupos de “padres” y de “alumnos” (casi todos funcionarios o militantes oficialistas en el primer caso, y sus hijos en el segundo) para “romper” la huelga, pero fue el acompañamiento verdaderamente popular el que pudo hacer “soportable” para el conjunto de la población los piquetes constantes, la falta de combustible (que el gobierno adjudica a los cortes de los docentes en los ingresos a las refinerías) y las colas de horas en las estaciones de servicio del sur para intentar llenar el tanque, y, obviamente, la falta de clases que ya lleva casi 60 días.

Por supuesto, el acompañamiento no incluye a CTERA, la confederación de gremios docentes cuya dirección está más preocupada por defender al gobierno nacional que a los trabajadores docentes del país. Esta entidad, que convocó a un paro nacional solamente cuando el que respondió a los empujones fue el gobierno de Macri, se hace la desentendida cuando el que reprime, ningunea, pisotea y maltrata a los maestros y profesores (y padres y alumnos) son el gobierno nacional y sus aliados provinciales.

Obviamente, la CTA Nacional (conducida por Micheli) y otros gremios amigos (o sea: no adictos al gobierno, entre ellos AGMER, de Entre Ríos), sí acompañan, política y materialmente incluso, esta lucha. También estuvieron y están diversos partidos políticos y organizaciones como la CCC y el MTD.

Ayer, en un momento más de esta película, ADOSAC cumplió con su decisión de llevar el conflicto a Capital Federal, para darle visibilidad y para obligar al gobierno nacional a intervenir (de última, siempre se llenan la boca diciendo que la educación es una política de nivel nacional, ¿no?). La respuesta fue la que vimos: palos, carros hidrantes, represión.

No descubrimos nada nuevo ayer. Ni lo vamos a hacer hoy. Pero hay momentos en estos tiempos en que la careta con que algunos intentan ocultar los verdaderos intereses de quienes nos gobiernan, tambalea más que de costumbre. Y el verdadero rostro se les nota más nítidamente.

Este, creo, es uno de esos momentos. A quienes nos interesa que los dichos y los hechos en este país caminen un poco más de la mano, no deberíamos dejárselo pasar.

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