viernes, 29 de agosto de 2008

Para abrirle la mano al gobierno.


Los trabajadores de la educación entrerrianos seguimos en la lucha y en las calles pese a las amenazas, la persecución judicial, las presiones a los directivos de escuelas y a los intentos de Urribarri de enfrentarnos al resto de la comunidad. Con la decisión histórica de no aceptar que una jueza nos obligue a agachar la cabeza sin exigirle nada al gobierno que nos paga el 50% del salario en negro; sentamos un precedente, reivindicando nuestro derecho a luchar por nuestros derechos. Al calor de nuestra lucha, también los docentes de las escuelas privadas están alzando su voz por mejoras salariales y de las condiciones laborales.

Seguimos y nos hemos fortalecido, en nuestra bronca y entusiasmo, encontrándonos unidos en esta lucha y convocando a la sociedad toda a defender la escuela y la educación pública. Esto es lo que hicimos los docentes de Paraná, cuando la conducción Rojo y Negro de la seccional se puso a la cabeza para dar la pelea por el edificio nuevo para la escuela de Bajada Grande. Eso es lo que hacemos en cada asamblea, en cada marcha y cada vez que entramos, cantando y aplaudiendo, al CGE: defender la educación pública frente al avance de las políticas K que tan disciplinadamente aplica nuestro gobernador en la provincia.

Por eso, llamamos a sostener la lucha en todas sus expresiones: el paro, como herramienta innegociable de los trabajadores para pelear por sus derechos, y la movilización en la calle. Para eso, insistimos con la necesidad de crear un fondo de huelga para sostener la pelea y le exigimos un plan nacional de lucha a la CTERA. Sólo así, con contundencia y persistencia, sin aflojar, conseguiremos abrirle la mano a este gobierno que aplaude sumiso cada vez que la presidenta de un plumazo decide llevarse más fondos entrerrianos para pagar la ilegítima deuda externa, pero se muestra duro cuando tiene que enfrentar al pueblo trabajador de su provincia.

Exigimos:
- aumento salarial por encima de la inflación real, en camino al salario en blanco igual a la canasta familiar real de $3.500.
- que se abra la discusión por la coparticipación y que se incremente el presupuesto provincial para resolver las necesidades del pueblo entrerriano: educación, salud, vivienda, trabajo.
Invitamos a concurrir el sábado 30 a las 15 al ingreso al Túnel Subfluvial, donde se realizará la asamblea nacional campesina, para acompañar a los pequeños y medianos productores, chacareros y obreros rurales; y confluir con nuestros reclamos en la lucha por un verdadero federalismo que enfrente la política unitaria y concentradora de los K, única forma en que realmente podremos conseguir un salario justo y escuelas en condiciones.

sábado, 23 de agosto de 2008

Quiénes somos


La Agrupación Docente Ana Sosa es una corriente sindical que a nivel nacional integra la Lista Azul y Blanca (que conduce y participa de la conducción de diferentes sindicatos en el país) y que forma parte de la Lista Lila, oposición a la Celeste en CTERA.
Ana Sosa fue una compañera maestra rural tucumana, militante del gremialismo clasista y combativo de la región. Trabajó educando a los hijos de los obreros de los cañaverales de azúcar en su provincia, y participó de la organización política y sindical de los trabajadores de la educación. El día del niño de 1976, dirigiéndose a un festejo popular en cuya organización participó, fue detenida por las fuerzas de la última dictadura militar. Desde entonces, es una de los 30.000 detenidos desaparecidos con que aquél gobierno genocida marcó la historia de las luchas de nuestro pueblo por la liberación nacional y social.

Qué es la Corriente Clasista y Combativa.


La Corriente Clasista y Combativa (CCC) es una agrupación política y sindical argentina que, si bien se formó oficialmente en el año 1994, es heredera y surge a partir de las Agrupaciones Clasistas 1° de Mayo, que venían trabajando sindicalmente en los gremios del proletariado industrial y rural, estatales (incluyendo docentes y judiciales) y de servicios desde 1960, y que en los ’70 tuvieron un peso importante en el movimiento obrero, llegando a dirigir el sindicato industrial más importante del interior del país, el SMATA Córdoba, con René Salamanca a la cabeza. Nuestro líder histórico fue su secretario general, protagonista del Cordobazo en 1969 y detenido – desaparecido durante la madrugada del 24 de marzo de 1976, el día del último golpe militar.
Durante la dictadura, esas agrupaciones se mantuvieron activas, y tuvieron manifestaciones en las luchas que, aún en las difíciles condiciones impuestas por ese momento, llevó adelante la clase obrera en nuestro país, como las de los mecánicos de Renault y Peugeot, las huelgas de los obreros del Frigorífico Swift de Berisso, la gran huelga de los trabajadores de Luz y Fuerza, la de los obreros de Lozadur, la huelga de los ferroviarios en 1977, así como en la huelga y movilización del 30 de marzo de 1982.
Ya durante el gobierno de Raúl Alfonsín, la agrupación dentro del gremio de los mecánicos produjo otro hito histórico: la huelga y toma de la fábrica Ford durante dieciocho días en mayo del ´85, en la que los obreros pusieron en marcha la producción y sacaron un producto terminado sin participación de la patronal ni los supervisores. Enfrentaban así el primer plan económico del período constitucional que iniciaba una etapa de ajustes, despidos y bajas de salarios. Por esos años se llegaron a dirigir sesenta seccionales de UATRE (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores).
A fines de los ´80 y ya iniciados los ´90, entre los hechos más destacables con la dirección del clasismo, están las luchas del SEOM (Sindicato de Empleados y Obreros Municipales) de Jujuy, que liderados por Carlos "Perro" Santillán movilizaron a toda la provincia, fueron el corazón del Frente de Gremios Estatales, y en la lucha por salario y por mejores condiciones de trabajo y de vida determinaron la caída de cinco gobiernos provinciales.
En 1994, se profundizaban cada vez más las penosas condiciones de vida para la clase obrera y el pueblo. La lucha contra la política de hambre y entrega de Menem y la flexibilización laboral de hecho, luego institucionalizada en ley, dieron lugar a que se conformara la Mesa de Enlace Sindical, que reunió a Hugo Moyano, entonces del MTA (Movimiento de Trabajadores Argentinos), Victor De Gennaro por lo que era CTA (Central de Trabajadores Argentinos) y el Perro Santillán, líder de nuestras agrupaciones clasistas. Esa Mesa decidió la primera Marcha Federal, que a través de cuatro columnas marchó desde toda la Argentina hasta la Capital Federal, y llegó a pie a la Plaza de Mayo.
Días después de esa marcha, se constituyó formalmente la CCC, como forma orgánica donde se reunían las viejas agrupaciones clasistas y las nuevas que se iban constituyendo al calor de las luchas.
En los años ´96 y 97 se pegó un gran salto, a partir de grandes aciertos en su línea política: definió como salida para nuestro país el camino del Argentinazo; evaluó correctamente el carácter de la crisis de este sistema, como mundial, profunda, prolongada y por oleadas; y centró su accionar en el hambre y la desocupación de grandes masas trabajadoras. Al definir que la clase obrera tiene tres afluentes: ocupados, desocupados y jubilados; se organizó a los trabajadores desocupados, constituyendo en poco tiempo en el principal movimiento piquetero del país, con centro en La Matanza (Bs. As.).
En ocupados, la CCC dirige la Comisión Interna de Terrabussi-Kraft, la fábrica más grande de la Alimentación, el SEOM-Jujuy, los metalúrgicos de la recuperada fueguina Renacer, y tiene una fuerza importante en otros gremios, como el de Astilleros Río Santiago, en la Educación y estatales de todos los niveles, y entre los obreros rurales, entre otros. La agrupación Malvinas Volveremos (integrada a la CCC) dirige el Centro de Ex Soldados Combatientes en Malvinas del Chaco. También cuenta con una organización juvenil, la Juventud de la CCC.
Es opositora al gobierno nacional, y plantea como salida la lucha para imponer un gobierno de unidad patriótica y popular.