lunes, 13 de abril de 2009

Presentes en la música, el canto, la poesía y la danza


Canto de árbol, bien arraigado, mueve hojas saludando
canto tu canto, canto mi canto, canto vida, muerte
y alma a tu lado
(Christian Schnack)

El viernes 3 de abril se presentó en Paraná Christian Schnack, trovador, docente, dirigente del SUTEF (Sindicato Unificado de los Trabajadores de la Educación Fueguina). El recital, organizado por la Agrupación Ana Sosa, fue realizado en el salón de Agmer Paraná.
La verdad es que la pensamos mucho antes de decidirnos a organizar el recital; teníamos poco tiempo y era una apuesta grande. En la agrupación teníamos poca experiencia desde estas lides e inclusive era algo bastante inédito en Agmer. Y a juzgar por cómo salió todo y por con qué se fue a su casa cada uno de nosotros, cremos que fue un acierto el habernos animado a hacerlo.
Para nosotros era importante poder juntarnos con otros compañeros a compartir un momento artístico, un rato de confraternidad y un mensaje de crítica, lucha y propuestas. Nos paramos como trabajadores y nos reconocemos como tales; enfrente tenemos al enemigo con sus discursos de resignación, individualismo, discriminación, "salvese quien pueda", fragmentación, deshistorización, etc. etc. etc. El poder y los sectores antinacionales y antipopulares siempre tuvieron quienes les canten, les escriban y les hagan estatuas. Nosotros, esa noche tuvimos al grupo de baile Avío del Alma; el dúo Quequecha Brasseur - Claudia Rutar; Facundo Petruccelli y Christian Schnack. ¿Qué tal?


En verdad, un marco importantísimo para esa jornada que, además era nuestro día de paro; estábamos recordando a nuestro compañero Carlos Fuentealba y a nuestros caídos en Malvinas; estábamos elevando nuestro repudio a la reunión de la presidente con los principales piratas y asesinos del mundo que se juntaron en el G20, mientras acá nuestro pueblo se caga de hambre, se muere por dengue y lucha por desenterrarse del barro.
La convocatoria fue buenísima, en las sillas y los pasillos nos encontrábamos con compañeros y amigos de diferentes extracciones y lugares; en ese sentido, nos abre a nosotros un abanico más que interesante de unidad para la lucha; de unidad en la lucha y de unidad y lucha (parece un juego de palabras ¿no? No lo es)

Fue valiosísima también la apertura y presentación que hizo la compañera Alejandra Gervasoni, planteando un reconocimiento a la agrupación Ana Sosa y dejando abierta la puerta para nuevas manifestaciones de éste tipo en el Agmer. Lo que movió a muchos a reflexionar sobre la importancia de que en un sindicato de trabajadores haya un espacio para la cultura del pueblo.

Fue conmovedora la presencia y la voz de un ex-combatiente que habló, entre otras cosas, sobre la importancia de la escuela en la reivindicación de nuestra soberanía en Malvinas y destacó la lucha de los trabajadores de la educación.



El nombre del grupo de baile "Avío del Alma" hace referencia a un chamamé de Los Imaguaré que cuenta la historia de un joven que emprende un viaje y se lleva un "avío" de alimentos; pero su abuela le habla del avío más importante que lleva consigo: las historias familiares, las costumbres de su pueblo, el orgullo y la dignidad, una conducta decente, etc. Es tan bello y conmovedor el baile de estos muchachos que hasta los que somos burros totales para la danza, nos dejaron con el alma muy bien "aviada" y con muchas ganas de seguir viéndolos bailar.


La actuación de Quequecha y Claudia fue un instante único. Quequecha inició la actuación reivindicando a Fuentealba y a Ana Sosa. Cantaron un puñado de bellísimas canciones, entre las que se destaco una composición de Armando Tejada Gomez y Chacho Echenique, que habla de las costumbres de nuestro pueblo alrededor de la cocina (Coplera de las Cocinas), una joyita.

El país no es una lonja
pero el diablo tira de él
porque alguien se robó el charqui
y todos quieren comer.





Encima, de puro corajudas (y un poco obligadas por las limitaciones), se largaron a cantar y tocar sin micrófono y lo hicieron con una voces hermosísimas.

Lo lindo es estar sentados
todos en la misma mesa
porque si nos desunimos
puede volver la tristeza




Hablar del Facu haciendo música es redundar; lo hemos comentado bastante, con él y a sus espaldas. Bastaría con destacar que, junto a La Ultima Curda y Libertango, presentó un tema suyo, nuevito, precioso y difícil de tocar, sin embargo lo sacaba del fuelle como si nada; encima, con una humildad digna de un grande.


Cristian cantó y habló. Fue bueno volver a escuchar en ese contexto las canciones que ya conocíamos en los dos discos o por su actuación del año pasado en el Encuentro de Educadores Populares. Las introducciones que hacía a cada tema le agregaba valor, las colocaba en un nuevo contexto.


No le costó nada arrancarnos un coro multitudinario cuando cantó "Derechos", la canción que usamos para hacer el videíto que pusimos en el blog. Fue muy aplaudido, le pidieron bises, tuvo que repetir su Zamba de Encuentro y presentó una canción desgarradora de Eduardo Guajardo que nombra a Victor Choque, Carlos Fuentealba, Victor Jara y Silverio Méndez.
Para una canción pidió apoyo con el coro y Facundo se sumó con la flauta traversa; luego volvieron a juntarse para hacer De Bohemio a Revolucionario. ¿Qué tal suena "Dúo Schnack - Petruccelli" o "Petruccelli - Schnack"? Já!


Finalmente, fue destacable el aporte de cada compañero para que esto salga bien, las entradas vendidas por todos, el equipo de audio prestado por la directora de una escuela porque "es para nuestra lucha"; los cumpas que se encargaron de la cantina; Vicky y Jorgelina que tuvieron que escuchar el recital de lejos porque estaban en la entrada con la venta de la revista Pedagogía y Lucha y los CDs de Christian; el Nacho haciendo de maestro de ceremonias (¿Lo tenían en esa?, ni Soldán lo hubiera hecho mejor, jáá).
Nos fuimos dandole vueltas a esa idea de sumar alas y raíces que Facundo tomó prestada de su maestro Rodolfo Mederos para traer a colación esa noche y que, en las canciones de Christian, estuvo resonando durante toda la jornada.

Si retuvieran la vida, la identidad surgirá en mi pueblo de raíz
crecerá la ternura y nacerá de nuevo en flor.

(Christian Schnack)